El hormigón polimérico de Termochemical es ideal para reparar concretos de alta resistencia, sujetos a los más altos esfuerzos mecánicos y químicos, permitiendo reducir enormes costos operacionales. Gran ejemplo de ello fue la operación, realizada por el equipo especializado de TermoChemical en la División Salvador de Codelco en 2017, que permitió a la empresa estatal ahorrarse una larga detención por mantenimiento.

Para una faena minera, interrumpir el funcionamiento de un chancador primario significa la paralización de todo el proceso de producción, con enormes costos operacionales para la compañía, y a ello se enfrentaba Codelco, dado el avanzado estado de desgaste (cerca de un 70%) de una pared de la bóveda de uno de sus dos chancadores primarios, sometida a años de impacto y abrasión.

La necesidad perentoria de una solución efectiva llevó a la estatal a plantear la demolición de todo el sector superior del área de chancado, con el objetivo de reconstruir el muro. Una obra mayor que implicaba al menos 6 meses de ejecución.

Fue entonces que contactaron al equipo en terreno de TermoChemical. El proyecto desarrollado por la empresa consistió en el soporte y reconstrucción del muro en base a hormigón polimérico. Para ello, un equipo altamente calificado cimentó un pilar de fierro en el núcleo del muro desgastado, cuyo fin era otorgar soporte a una estructura consistente en grandes placas de metal selladas por ambos lados de la bóveda, capaces de otorgar respaldo y resistencia mecánica inmediata a todo el conjunto, y luego proceder al relleno de toda la cavidad interior con 400 kits de TermoGrouting® Hi Resistant Grouting, de gran fluidez, capacidad de adherencia, estabilidad volumétrica y resistencia al impacto. Asimismo, la solución consideró la asesoría técnica en la fabricación de escuadras para formar “camas de piedras”, como sistema de protección del muro ante el desgaste futuro, al direccionar la carga de roca hacia el alimentador en lugar del muro de la bóveda.

“La parte interior era lo crítico”, recuerda José Torres, supervisor del equipo especializado en terreno. “Para hacer ese trabajo teníamos que parar el chancado, y se logró sellar las placas en 3 turnos y medio, trabajando día y noche”. Fue el único tiempo de paralización. Luego se procedió a instalar el pilar y el moldaje externo, con la faena en plena producción, dejando una apertura por donde verter el compuesto polimérico.

“Los resultados hablan por sí solos”, dice Torres. “Recuperamos el muro completo de la bóveda primaria en solo dos días. Ya van 6 años y está impecable”.

“Cuando levantamos un proyecto lo hacemos completo, asesoramos en todo porque buscamos que nuestra solución sea integral y de largo plazo. Es así como nos hemos ganado el prestigio y la credibilidad”, concluye.